La cocina exterior se construye con ladrillo refractario prensado de 22x11x4cm que sólo se suministra en palés de 704 unidades. Estas piezas cerámicas presentan una tonalidad similar a las formaciones geológicas de arcilla existentes en el lugar, estableciendo continuidad material entre terreno y obra.
El apoyo de los estantes horizontales, la regulación de altura de las parrillas, los celos de ventilación… La colocación diferenciada de estos 704 ladrillos da respuesta a las diferentes necesidades de la obra. El programa se traduce en dos sistemas materiales:
– Espacio de cocina: Espacio superior opaco, cerrado. El aparejo permite contener el fuego y facilitar el trabajo de cocina. El giro de hiladas alternas permite colocar la parrilla a diferentes alturas.
– Estantes de apoyo/ leñero: Espacio inferior abierto, transpirable. La celosía de ladrillo permite la ventilación cruzada secando la madera y evitando que la humedad se acumule.
Concebida desde la autoconstrucción, la obra se ejecuta con mano de obra no especializada, inexperta, obligando a pensar con especial intensidad la ejecución desde el inicio del proyecto. Decisiones como el uso de ladrillos enteros, sin cortes, van dirigidas a facilitar la puesta en obra.
A través del uso del ladrillo, la construcción de la obra busca sintetizar y expresar las condiciones marcadas por el lugar, los materiales, el programa y el proceso de la obra.