El proyecto se desarrolla en 4 parcelas independientes dentro de un mismo ámbito urbano. Los accesos a los cuatro volúmenes se producen desde los pasajes laterales paralelos a la Ronda de Barceló, potenciándolos como ejes verdes peatonales. Las circulaciones se sitúan en el centro de los cuatro edificios liberando las fachadas para las viviendas. Las fachadas hacia las calles y los interiores de isla pacificados disponen de terrazas longitudinales, de forma que todas las viviendas puedan disfrutar de un espacio exterior propio.
El principal desafío del proyecto es cómo dar una respuesta unitaria a 4 parcelas independientes con características diversas (geometría, medianeras, profundidad, etc.). Para ello, no se diseñan tanto soluciones específicas para un volumen sino estrategias replicables al conjunto de los 4 edificios. Una única idea a nivel tipológico, organizativo y constructivo para las 4 parcelas para conseguir una propuesta coherente y homogeneizadora. La sistematización y simplicidad de los edificios consigue una construcción sencilla con costes optimizados.
La tipología ha sido desarrollada con la finalidad que las 60 viviendas tengan doble orientación favoreciendo el buen asoleo y ventilación natural de todas las estancias. Se plantean viviendas flexibles, adaptables a diferentes configuraciones familiares sin necesidad de obra. En este sentido, ante el elevado número de habitaciones individuales requeridas por el promotor, en todas las viviendas se plantea una habitación con un carácter más polivalente que puede funcionar como dormitorio, extensión del cuarto de estar, estudio, sala de juegos…