La propuesta refuerza el eje que comienza en la calle Valentín Gardeta, estructura la Ciudad Deportiva y culmina en las pistas de atletismo. Una apertura en el centro del volumen crea un espacio cubierto con vistas hacia las pistas, dando final a este eje urbano.
La volumetría, de baja altura y planta alargada —más cercana a la idea de “pabellón” que de edificio—, junto con unas fachadas ligeras y porosas, integran el volumen en el entorno natural en que se ubica.
Una cubierta en voladizo permite la protección tanto de las gradas como de los accesos e itinerarios del edificio. Se genera así un umbráculo, ofreciendo sombra en los meses cálidos y permitiendo la entrada de luz en los meses fríos. Bajo esta gran cubierta, los distintos de programas se ubican a las cotas necesarias para dar servicio a los equipamientos del entorno.
Se plantea una construcción sistemática, económica y sencilla; garantizando una ejecución ágil y eficiente. Sobre rasante, una estructura industrializada de acero reciclado define un volumen ligero y abierto. Su ensamblaje mediante uniones atornilladas define una construcción resiliente, favoreciendo su futura adaptabilidad, así como su posible densensamblaje y reutilización.
Bajo rasante, un zócalo semiprefabricado de hormigón asegura la durabilidad del edificio en su contacto con el terreno y el espacio público.